Dale tiempo al tiempo

Dale tiempo al tiempo porque es el único que pone cada cosa en su lugar.

Un día cualquiera y tú de nuevo sin descansar, con el calor del asador y los sudores al recordar la noche anterior…

¿Sabes cómo es eso de vivir como si mañana no fueses a estar aquí?

¿Sabes lo que significa vivir cada instante como sí el tiempo se fuese a agotar?

Si, llegaste en medio de una revolución, de una espiral de angustia y frustración dónde lo poco que quedaba de mi salía con cada lagrima desesperada.

Me iba perdiendo en cada intento de recuperar aquel amor inexistente, vendiendo mi seguridad moral sin garantías de cobrar las deudas vencidas.

Un ritmo, tu brillo, una canción en el peor momento que me hizo por unos segundos volar y cambiar lagrimas de tristeza por felicidad momentánea. Dale tiempo al tiempo.

Mi mirada siempre te respetó por ser quien eras, quien habías sido y se quedó clavada en aquellos tiempos en los que la conexión de dos golondrinos hacía volar hasta al más retraído.

Tú no sabías como actuar conmigo, yo estaba en otra dimensión sumergida en una espiral de dolor.

Te alejé, no podía soportar que siguieses siendo testigo de la mierda en la que me había metido, en la que yo cada día me intentaba convencer de que no me estaba destrozando y desgarrando los sentidos.

Dime la verdad porque tú también lo sabes, siempre has visto más allá de mis palabras, sabes descomponer mis pensamientos y en cada metáfora hayas la solución de los jeroglíficos de mi mente alocada.

No podía soportar que tú supieses la verdad de lo que estaba viviendo y yo intentaba disfrazar ante los demás. Dale tiempo al tiempo.

Tú eras capaz de verlo y yo no te lo quería mostrar, ese lado oscuro es solo mio, no te dejé entrar.

Pero no escapaste, te miraba desde una pequeña ventana de mi mazmorra mental, cada día ese ritmo en bucle, tu voz, tus rimas tú y yo, yo y tú y una letra que no conseguía dar el sentido correcto, porque de mi, cada día había un poco menos.

En mis noches desinhibidas deseaba verte, que me mirases con ese amor incondicional con que me has mirado siempre, pero aun había demasiadas partes rotas al despertar de la resaca física y mental.

Me recompuse una vez más, ya ves que, si lo hice ¡Joder! que preciosas se ven unas cuantas cicatrices más, recordando que ese pasado fue real. Dale tiempo al tiempo.

Aun no ha habido nada que me haya destrozado tanto como para no querer seguir avanzando.

Volví a brillar, a bailar como si nadie estuviese mirando, o si miraban me daba igual en realidad. Fui libre de la opinión ajena yo solo quería disfrutar, sentirme viva, celebrar cada momento de mi alterada existencia.

Me robaron el tiempo de mis días, mi tesoro más preciado. Y te vi, y ya no con esos ojos del pasado, si no con los ojos del presente, con lo que eres, con lo que me queda por descubrir.

Nunca supe como funcionaba eso de la seducción, pero yo deseaba que me devoraras como si mañana fuésemos a morir ejecutados, y como no di las señales correctas, ya lo hice yo. Dale tiempo al tiempo.

Y la que liamos, oh my diosito! Algo jamás experimentado antes, dos cuerpos enredados en una revolución pasional, carnal, sensorial, mitad y mitad, y que bien sabe cada centímetro de tu piel. Que conexión, tú lengua y la mía se entienden a la perfección sin necesidad de saber los pasos de baile.

Libre de prejuicios, de cárceles mentales, de miradas ajenas tú y yo, yo y tú el resto pasa a un segundo plano aunque nosotros sin duda para ellos no.

Ahora si soy capaz de escucharlo porque lo he sentido de verdad, todas las canciones cuentan nuestra historia, todas hablan un poco de nosotros. Entiendo su composición. Tú también las entiendes ahora con más profundidad. ¿Verdad?

Haces y deshaces con mi cuerpo lo que te viene en gana, está a tu entera disposición sin dominio por mis sentidos, tú lo haces vibrar y cuando no estás, te aclama. Esa sed por volverte a probar una vez más, porque me hagas tuya, por acabar diciéndote esa frase que tanto significa para los dos.

¿Viste que bien me sientan las alas de la libertad? Dale tiempo al tiempo.

Gracias por apretar el botón y quitarme el mute, gracias por despertar cada una de mis partes dormidas y silenciadas.

Suavecito o subiendo el ritmo, pero que la música no deje de sonar, ya veremos como componemos el resto de la melodía.

Pertenecemos a este momento inmortal pero ya sabes, improvisar es el mejor plan.

-Sara J Pajares-

#Locapormitutú