Hace falta mucho amor

Hace falta mucho amor para no conformarte con menos de lo que deseas y consideras merecer.

Es necesario tiempo para quitarte la venda de los ojos y ver que habías idealizado a la mediocridad. Una suave sonrisa, encajes de bolillos, el brillo deslumbrante que era capaz de iluminar la temida oscuridad de las miradas perdidas.

Ni una chispita de luz era capaz de entrar.

Lo volviste a hacer, los ideales adictivos te nublaron la razón, o quizá fueron los espejismos de la conquista. Las palabras hiladas cosidas a conciencia que iban directas al escondite del aquel pobre naufrago, al que se le avivó latido a latido el insensato corazón.

¿Toc, toc? ¿Hay alguien ahí? Es mejor pedir perdón a permiso, pero realmente hubieses deseado no pisar ese fregado.

Hace falta mucho valor para ser consciente de que no eras feliz en ese cuento. Tener la fuerza para priorizar tus necesidades y tus deseos hasta poner punto, final y no querer mirar atrás.

También se requiere de mucho coraje para que no te importe lo que juzguen los demás, porque ellos no conocen tu historia.

Déjales que saquen sus propias conclusiones. Finalmente el refranero pidió el finiquito y se fue de vacaciones.

Sus juicios, no son tus batallas, sus pensamientos no son tus insomnios, sus dudas no son tus ansiadas baladas.

Hace falta mucho amor para escapar de la rutina y no tener miedo a perder.

Hace falta bajar de las nubes para ser consciente de que no puedes seguir viviendo una vida sin pasión. Idealizando un comienzo, justificando comportamientos, aceptando anhelos. Medias verdades, sin ningún tipo de discusión, no había oportunidad ni opción.

Realmente una vez al año si que hace daño.

Sin tacto, sin emoción, esa no es tu naturaleza, intentaste sobrevivir luchando con tus instintos pero estuviste amansando vicios. Intentando adormilar a tus sentidos por si mañana mejoraba la situación, pero cada día era más nostálgico que el anterior.

Hace falta mucho amor, para no sentir rabia, para tener la conciencia tranquila, sentir un inmenso alivio al no haber caído en la inseguridad con lo fácil que hubiera sido, dadas las circunstancias.

Es imprescindible sentir mucha paz, para no guardar ni un ápice de rencor. Alejarse de los malos hábitos, respirar e inspirar pureza. Es más, de lado a lado ya no hay distancia, esperanza, ni indiferencia, todo lo embriaga dulcemente el amor.

Es posible que con el tiempo nos saluden los aprendizajes, el verdadero motivo de por que no existió esa fuerza antes, por que pasó tanto tiempo al compas de la monotonía.

Sin caricias, sin romance, sin complicidad. Haciendo horas extra para no enfrentar la realidad a las inapetentes verdades.

Ahora te toca despedirte, por lo que comenzó a ser, por lo que se llegó a sentir. Por la espera, por la sensación irreal de perfección camuflada, intentando robarle minutos a la comprensión. Siempre acelerando a las ciegas excusas que desayunabas cada mañana.

Finalmente aceptando que solo al salir de ese seco, frio y oscuro lugar, haría que la golondrina volviese a volar, porque no podía reparar sus alas en el nido que la sentenció a caminar.

hace falta mucho amor

-Sara J Pajares-

#Locapormitutú


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