Abre bien los ojos, existen ladrones de energía.
Hay que aprender a identificarlos, para que no te devoren las fuerzas con sus quejas constantes y su costumbre de ver el lado malo a todo aquello que ocurre.
Cada persona es un mundo, pero algunas personas te producirán inspiración y bienestar y otras agotamiento físico y mental.
No somos responsables de las frustraciones ajenas, cada cual tiene que aprender a manejar sus emociones, no podemos cargar a nuestras espaldas, con la responsabilidad de gestionar los sentimientos de otros. No debería de ser nuestra prioridad.
Haz el bien sin mirar a quien. Siempre que eso no suponga dejar de ser tu, para agradar a otra persona.
Aquellas personas a las que todo les parece mal, que siempre se quejan constantemente, que buscan motivos para justificar su tristeza, enfado o frustración, son ladrones de energía emocional. Si no eres consciente, te arrastrarán a su negatividad.
Sin tú querer, pueden influirte en su espiral de malestar, cuando intentas diariamente que se sientan bien y no lo puedas lograr.
Los devoradores de energía necesitan tu atención 24/7. Necesitan que estés a la altura, que seas su confidente para desahogarse y que seas la salvación, de la miseria que ellos buscan diariamente.
Los amigos están para ayudar y apoyar, pero hay que marcar unos límites cuando alguien quiere que centres toda tu energía en sus problemas. No es tu responsabilidad que otro siempre piense que todo le va mal.
La vida no es maravillosa, las cosas no siempre van a salir como esperamos. Muchas veces nos tocará sufrir, pero en nosotros está, el como lo enfocamos.
Cuando sientas que alguien te agota la energía, que hace que te sientas cansado, esa persona está restando en tu vida.
¿Realmente te merece la pena tener cerca a alguien así?
Esos chupópteros o garrapatas, no te preguntarán que tal va tu día y si lo hacen, será con la excusa de poder hablar de ellos mismos y la basura que tienen en su vida.
No se alegrarán por tus logros, porque les producirá envidia.
Es posible que al principio caigas en la trampa. La compasión te hará querer salvar a esa persona que está mal, pero al final te darás cuenta de que todo tu tiempo invertido ha sido en vano, porque su mentalidad no va a mejorar por mucho que tú hagas.
Hay gente que es feliz siendo infeliz porque no hacen nada para cambiar su estado emocional.
Más allá de la tragedia y la oscuridad, ocurren cosas buenas y bonitas diariamente.
Las dificultades forman parte de la vida cotidiana. Hay quien las usa para fortalecerse y quien prefiere que sea su excusa para poder quejarse y tener personas a su alrededor preocupadas.
No te sientas culpable si necesitas alejarte de ladrones de energía, tu bienestar emocional y aprendizaje tienen que ir por delante.
Cada cual somos dueños de nuestras decisiones y responsables de nuestros pensamientos. No podemos controlar como se sienten los demás.
Sí alguien te resta más que sumar, decide sabiamente el lugar que le quieres dar.
